Cuando tienes una empresa sabes que, en algún momento, vas a tener que contratar a alguien, algo lógico, por supuesto, teniendo en cuenta que muchas veces pensamos que es algo que significa que la empresa nos va bien y que puede llegar a lograrse algo teniendo más manos en una empresa.
Sin embargo, y sabiendo que ahora mismo las cosas no van bien, lo más seguro es que si publicas una oferta de trabajo te lluevan currículos lo que hace que la decisión a tomar sea ya de por sí complicada, más aún cuando nunca antes has contratado a un trabajador.
Por supuesto, algo que has de considerar previamente es el tipo de trabajador que quieres. Hoy en día hay muchas personas de nacionalidad diferente a la española que también querrán optar a un puesto de trabajo y que pueden tener la formación necesaria para ello.
¿Qué tan bueno es contratar un trabajador extranjero? Bueno, a decir verdad tiene una serie de ventajas de cara a la Seguridad social, siempre y cuando se haga de forma legal, es decir, con contrato de trabajo, permiso de trabajo y demás documentación imprescindible.
El inconveniente puede venir a la hora de hacer el trabajo porque, aunque todas las personas acaban por aprender las formas de trabajar de cada empresa, al principio puede costar y si además el idioma es una barrera las cosas pueden tardar algo más.
Un trabajador extranjero no tiene por qué ser diferente de uno español. Cobrarían lo mismo y harían el mismo trabajo. La elección, pues, estaría en el hecho de su formación y experiencia ya que es en eso en lo que nos debemos fijar a la hora de contratar (así como en la personalidad de la persona que contratamos).
Ya está en la disposición de cada uno contratar a un extranjero o no.