El otro dÃa unos compañeros me comentaron que iban a implantar en su empresa el sistema de huella digital, es decir, un sistema por el que no fuera necesario tener que abrir la puerta cada vez que llamaban sino que lo que tenÃan que hacer únicamente era poner el dedo en el sensor y éste, automáticamente, abre la puerta.
Este sistema está implantado en varias empresas y negocios. Un ejemplo lo tenemos en las escuelas infantiles, que lo tienen para que asà no tengan que estar interrumpiendo la clase para abrir la puerta, ya sea por el portero o de forma manual.
Por supuesto, tiene sus pros y sus contras y es un sistema tecnológico que podrÃa estar bien para los negocios ya que te permite invertir el tiempo que usas en abrir la puerta, en dejarla abierta o en vigilar para poder hacer otras cosas.
Entre las ventajas que encontramos están: mayor independencia, no hay que esperar a que te abran la puerta sino que abres tú mismo, utilización del tiempo que usabas antes en estar pendiente de la puerta.
Sin embargo, como ocurre con todo, también hay problemas. El más importante puede ser el hecho de que las personas puedan entrar cuando quieran, algo que ocurre a menudo, ya que no tienen que esperar y asà tienen acceso libre al lugar sin que nadie les vigile (salvo que se coloque un avisador de la persona que abre la puerta). Otro de los problemas es disponer de todas las huellas porque, siendo trabajadores, no hay problema, pero si por ejemplo necesitas todas las huellas de tus proveedores o del personal que más visita la empresa entonces puede ser complicado obtenerla.
Este sistema está bien para empresas pequeñas y el coste no es demasiado elevado que digamos. Sin embargo, conforme va creciendo la empresa es posible que sea difÃcil mantener el orden en esto.
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